

Entraban series muy grandes y había que tener cuidado de que no te cazaran y saber elegir las que abrían porque cerraban mucho... después de 1 hora tanteando nos empezamos a soltar los dos y acabamos cogiendonos unas olas buenísimas.... yo me cogí sin duda uno de los mejores tubos de mi vida en una derecha de 2 metros y medio en la que bajé por el aire y al entrar al tubo nunca pensé que saldría, pero después de varias secciones en el foam ball la ola se paró y pude salir perfecto con los brazos abiertos y escuchando los silbidos de toda la gente que había en la playa mirando... sin duda fue un momento para no olvidar..
Estas fotos han sido publicadas en el periódico regional de Cantabria, El Diario Montañés..


